Domina runas elementales y crea hechizos únicos para superar cada desafío.

- Título: The Shadowed Rune
- Desarrollador: Javifugitivo
- Editor: Javifugitivo
- Distribuidor: Javifugitivo
- Plataformas: PC (Steam)
- Fecha de salida: 4 de diciembre de 2025 (Acceso Anticipado)
- Jugadores: 1-2 (cooperativo local y Remote Play Together)
- Idioma: Textos en español
- Cómpralo: The Shadowed Rune
Shadowed Rune es uno de esos proyectos a los que llevo siguiendo la pista desde hace tiempo, no solo por lo que propone a nivel jugable, sino por la cercanía con la que he podido vivir su evolución. Tuve la oportunidad de probarlo por primera vez durante la IndieDevDay, donde además pude conocer en persona a Javier Martínez Vidal (Javifugitivo) y charlar con él sobre las ideas que estaban dando forma al juego.
Desde entonces he seguido el proyecto con atención, pendiente de sus actualizaciones y de cómo iba creciendo poco a poco. Sin embargo, el pasado verano decidí mantenerme voluntariamente al margen, evitando profundizar demasiado en las novedades que se iban mostrando, con la ideas de llegar al acceso anticipado con la mirada lo más limpia posible y dejarme sorprender de nuevo, redescubriendo sus sistemas, sus cambios y todo lo que se había ido sumando durante ese tiempo. Y la verdad es que esa espera ha merecido la pena, porque enfrentarse ahora al juego transmite esa sensación tan agradable de volver a algo conocido, pero al mismo tiempo distinto y más ambicioso.

La historia de The Shadowed Rune se desarrolla en Falcem Coeli, una tierra que antaño fue próspera gracias a la magia, pero que ahora vive una decadencia silenciosa. Algo se está rompiendo en los cimientos del mundo, y todas las pistas apuntan a la Torre Arcana, una construcción milenaria de origen desconocido, maldita y abandonada tras una antigua guerra que asoló los bosques cercanos.
Nuestra protagonista es Maia, una joven hechicera y la alumna más aventajada de la gran Venia. Sus sueños la atormentan: visiones de la torre, una llamada de auxilio que no puede ignorar. Ese impulso la lleva a cruzar un puente en ruinas y adentrarse en un lugar donde la magia se consume por una antigua maldición. Allí conoce a Brishen, y más adelante a Veld, personajes que no solo acompañan la aventura, sino que aportan capas al relato.
Uno de los grandes aciertos del juego es cómo construye su lore de forma orgánica. No hay exposiciones forzadas, la historia se va revelando mediante inscripciones, conversaciones, recuerdos y las vivencias de los supervivientes que rescatamos para el campamento. Cada personaje tiene su propio arco narrativo, y se nota un esfuerzo real por dotarlos de trasfondo y coherencia, algo que no siempre vemos en producciones indie de este tamaño.

La jugabilidad de The Shadowed Rune gira en torno a un sistema de runas elementales que actúan como auténtico motor del juego. Agua, fuego, viento, tierra, rayo, luz y oscuridad no son simples modificadores si no que son piezas de un engranaje que permite crear millones de combinaciones de hechizos en tiempo real, sin pausar la acción.
El control es directo y accesible. Apuntar y disparar basta para atacar, mientras esquivamos, saltamos o rompemos vasijas para obtener corazones, maná, monedas y cristales. La interfaz es limpia y minimalista: en pantalla vemos el busto del personaje, la vida representada en corazones, la barra de maná, las runas equipadas, el nivel, la experiencia y los recursos acumulados.
La maldición de la torre hace que el maná se consuma al entrar, pero siglos atrás se crearon artefactos arcanos capaces de canalizar el poder de las runas. Al interactuar con altares elementales tomamos prestado ese poder, lo que nos permite lanzar hechizos hasta que el maná se agota, recuperándose al dejar de atacar. La gestión de recursos es constante y estratégica.
Cada runa tiene propiedades únicas por ejemplo, el agua añade penetración a los proyectiles y el fuego provoca explosiones de área. Y el resto de elementos que vayamos conociendo también añadirán propiedades especiales. De aquí lo gratificante y divertido que resulta combinar hechizos sobre la marcha. Combinarlas bien es clave, especialmente porque muchos enemigos, y todos los jefes, tienen debilidades elementales. Además, el Compendio registra enemigos, hechizos y combinaciones especiales, fomentando la experimentación.
A esto se suma Neku, el gato que podemos adoptar y que nos permite almacenar una runa adicional para intercambiarla cuando lo necesitemos. Un detalle pequeño, pero brillante a nivel de diseño.
Al subir de nivel elegimos mejorar vida, maná o poder, pero solo durante esa incursión. No hay ventajas permanentes que faciliten el siguiente intento. El campamento, que vamos ampliando al rescatar NPCs, ofrece actividades, minijuegos y recompensas cosméticas, pero nunca rompe el equilibrio del desafío.
El cooperativo para dos jugadores funciona de maravilla, con salas diseñadas para la colaboración real y puzles que exigen coordinación. Además, el editor de niveles, integrado en la narrativa, abre la puerta a una rejugabilidad casi infinita, aunque tendremos que desbloquearlo.
Para finalizar, The Shadowed Rune puede jugarse con mando, pero personalmente recomiendo que se juegue con teclado y ratón, es mucho más preciso.

A nivel visual, The Shadowed Rune ha dado un salto notable respecto a versiones tempranas. Su estilo cartoon estilizado, sin exceso de detalle, resulta claro, legible y muy agradable.
Los entornos, pese a desarrollarse casi íntegramente dentro de una torre, logran variedad gracias a cambios en iluminación, arquitectura y ambientación. Aun así, sería interesante ver más biomas diferenciados en el futuro, algo que encajaría perfectamente con el lore.
El apartado sonoro acompaña con mucha solvencia. Los efectos cumplen su función y refuerzan la acción, mientras que la banda sonora de Félix Herrero destaca por su discreción y buen ritmo. No busca protagonismo, pero sabe cuándo apretar y cuándo dejar respirar al jugador. Un trabajo muy bien medido.
Las voces están en inglés y cuentan con una interpretación sólida, especialmente en el caso de Maia, que gana profundidad como personaje gracias a ello.
The Shadowed Rune es uno de esos juegos que dejan claro que la pasión y la visión pueden suplir la falta de grandes presupuestos. Aún en acceso anticipado, ya demuestra una personalidad fuerte, sistemas bien pensados y un respeto absoluto por el jugador.
Su sistema de runas además de ser una mecánica realmente interesante, es el corazón de una experiencia que apuesta por la experimentación, el aprendizaje y la habilidad pura. El cooperativo, el editor de niveles y una hoja de ruta ambiciosa lo convierten en un título al que merece la pena seguir muy de cerca.
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