Una aventura delirante y sorprendentemente entrañable que transforma el simple acto de caminar en un desafío épico de humor físico y supervivencia geriátrica.
We Don’t Have a Studio celebra hoy el lanzamiento oficial de su primer proyecto, Ultimate Grandma Simulator. El juego, protagonizado por una abuela tan adorable como frágil, toma el concepto de los walking simulators vistos en títulos como Baby Steps y lo retuerce en clave cómica, con caídas espectaculares, desafíos absurdos y un espíritu festivo que lo convierte en una apuesta inesperadamente refrescante para estas fiestas.
La aventura comienza con un giro más propio de una película de sobremesa que de un videojuego: el pequeño Tommy, el orgullo de la abuela, ha desaparecido tras subir a una nave alienígena. Así arranca el llamado Great Granny Bailout, un viaje surrealista que te obliga a salir del humilde hogar de la abuela para seguir sus huellas a través de 12 niveles cargados de obstáculos ridículos, desde mercados callejeros donde estallan peleas improvisadas hasta pasillos infestados de trampas láser, pasando por escolares traviesos que empujan carritos… o coches. Y es que, en este juego, un simple bordillo puede ser tan peligroso como una emboscada de zombis.
El sistema de control es tan simple como deliberadamente torpe: “A” y “D” para caminar, “W” para ayudarla a respirar. Sí, respirar. Porque cuidar de la abuela es parte del desafío: si te pasas con el ritmo o no gestionas bien sus energías, puede marearse y caer al suelo con un quejido que suena a tragedia… pero también arranca una sonrisa. El humor físico es constante, y cada nivel ofrece puntos de descanso tipo “checkpoint” para evitar que el jugador acabe lanzando el teclado por la ventana, aunque no promete que esto no ocurra.
La búsqueda de Tommy se vuelve cada vez más absurda y entrañable. Por el camino hay militares, plataformas que caen sin aviso, misiles, zombis hambrientos y hasta objetos voladores que deberás bloquear con un parry usando un simple clic izquierdo. Como si la abuela fuese más dura de lo que aparenta. Y es que el juego juega constantemente con esa mezcla de ternura y caos que lo convierte en algo más que un simple “juego de caminar”.
Además, para los completistas, existen monedas doradas escondidas que desbloquean fragmentos de los recuerdos perdidos de la abuela, una colección nostálgica que, si consigues completar, revela un final secreto. Un pequeño extra que añade un toque emocional detrás de toda la comedia slapstick.
