Análisis | The Laser Way

Una propuesta de corte minimalista donde la creatividad del jugador será el mayor desafío.

Desde esta humilde casa, siempre me he sentido profundamente atraída por esos proyectos independientes que, sin alardes ni presupuestos descomunales, consiguen dejar huella. Títulos que nacen del entusiasmo, el esfuerzo y una visión creativa autentica. El juego del que hoy os vengo a hablar, The Laser Way, es precisamente una de esas propuestas hechas con mimo, que demuestra que aún hay margen para sorprender desde el terreno de los dispositivos móviles. Ingenioso en su concepto, minimalista en su forma y desafiante en su fondo, el juego del estudio con sede en Benidrom Softeme Games, es una de esas joyas que me gusta descubrir y compartir, porque de algún modo, su puesta en escena representan todo lo que los amantes de lo indie buscamos: autenticidad. Ya sea que busques un título para cuando no tienes tiempo de aventuras más densas o simplemente te gustan los puzles ingeniosos del estilo de Brains Dots o Draw Physics Line, quédate porque The Laser Way podría ser lo que estás buscando.

El juego arranca en un remoto laboratorio, allí despierta Will, un pequeño robot (Astro ¿eres tú?)  decidido a escapar. Aunque su premisa es sencilla —alcanzar un orbe azul al final de cada nivel—, trasciende la monotonía mediante su contexto: un entorno hostil que parece cobrar vida con cada desafío. No hay trasfondo rebuscado y apenas textos; en su lugar, The Laser Way apuesta por contar su historia a través de la progresión de los niveles, donde cada obstáculo superado es un paso más hacia la libertad de Will. Este enfoque directo convierte el mundo en un personaje silencioso, cuyas trampas, láseres y maquinarias hablan por sí mismas, ofreciendo un relato minimalista pero bastante convincente

El eje  central de The Laser Way es muy sencillo.  A través de controles táctiles  (mover derecha, mover izquierda, saltar), el jugador dibuja con el dedo las estructuras láser que servirán de puente, rampa o plataforma para que Will consiga superar cada nivel. El primer tipo de láser crea formas rígidas que responden a la física real. A medida que progresamos, se desbloquean nuevos tipos de láser, cada uno con habilidades únicas que no solo elevan el nivel de dificultad, sino que también aportan frescura a la experiencia, obligándonos a exprimir al máximo nuestras neuronas.

El juego cuenta con 172 niveles organizados en bloques de dificultad creciente. Al principio, se trata de ejercicios introductorios que nos enseñan los fundamentos básicos como trazar una barra para cruzar un abismo o construir una rampa sencilla. Pronto, sin embargo, entran en juego áreas prohibidas para el láser, plataformas móviles, torretas automáticas y otros impedimentos que obligan a combinar ingenio, precisión y a veces reflejos rápidos. El juego, progresivamente más cerebral, recompensa las soluciones creativas: aunque cada nivel tiene un diseño pensado para resolverse de un modo concreto, es frecuente hallar muchas alternativas, y el selector de niveles muestra una galería con las estructuras que hemos dibujado, celebrando nuestra inventiva.

Para quienes teman quedarse atascados, The Laser Way ofrece un sistema de pistas accesible con solo pulsar un botón. La condición: visualizar un anuncio publicitario. Es comprensible, al tratarse de un título gratuito, que los desarrolladores recurran a esta vía para monetizar su trabajo. No obstante, conforme se avanza en la partida —y especialmente en los niveles más complejos—, la frecuencia de los anuncios de Unity Ads puede resultar abrumadora. Estos no se reducen a simples banners, si no que a menudo nos obligan a ver fragmentos jugables de otros títulos durante más de un minuto, interrumpiendo el flujo y también nuestra concentración. Si además necesitas recurrir con frecuencia a las pistas, la experiencia comienza a resentirse. Afortunadamente, existe una versión de pago que elimina toda publicidad por un precio razonable. Teniendo en cuenta el mimo puesto en su diseño y la originalidad de su propuesta, optar por esta opción es casi un gesto de apoyo merecido. The Laser Way es de esos juegos que uno disfruta pausadamente, ideal para sesiones rápidas en el sofá, en una estación de tren o durante una larga espera.

El apartado visual de The Laser Way es intencionadamente minimalista pero de gran claridad: un estilo de dibujos animados futuristas donde predominan los tonos azules y celestes. Los fondos, sencillos y sin distractores, ponen el foco en la jugabilidad, asegurando que cada elemento interactivo sea fácilmente identificable. Este enfoque no solo ayuda al rendimiento en dispositivos de todas las gamas, sino que también refuerza la estética moderna y limpia del juego.

El sonido cumple con creces su cometido: una banda sonora  suave acompaña la resolución de puzles sin resultar invasiva, mientras que los efectos (láseres al dibujarse, chasquidos de mecanismos, caídas de estructuras) aportan satisfacción táctil y refuerzan la inmersión.

The Laser Way demuestra que, a veces, lo simple esconde más de lo que parece. Con un concepto claro y controles intuitivos, ofrece 172 niveles de rompecabezas con dificultad in crescendo, donde la creatividad del jugador dirige la experiencia. Su estética limpia y su banda sonora minimalista complementan una jugabilidad que premia tanto la lógica como la experimentación. El equilibrio entre publicidad opcional y opción de pago para eliminar anuncios resulta razonable, aunque a veces puede perturbar la experiencia.

Si estás buscando un juego inteligente con el que desconectar en ratos sueltos, sin necesidad de embarcarte en aventuras largas y absorbentes, The Laser Way es una opción ideal. Y si además tienes peques en casa, es muy probable que también se enganchen: es accesible, divertido y pone a prueba la lógica sin resultar frustrante.