Análisis | Antro

Análisis | Antro

Un plataformas rítmico que late al compás de la rebeldía.

Ficha Técnica

Antro cover

  • Título: Antro
  • Desarrollador: Gatera Studio
  • Editor: Entalto Studios
  • Distribuidor: Selecta Play
  • Plataformas: PC, PlayStation 5 y Xbox
  • Fecha de salida: 27 de junio de 2025
  • Jugadores: 1
  • Idioma: voces y textos en español, catalán, inglés y otros
  • Género: aventura rítmica, plataformas
  • Cómpralo: Antro

Han pasado años desde la primera vez vi las primeras imágenes de Antro. Desde entonces, he perdido la cuenta de cuántas veces jugué su demo, sencillamente para dejarme envolver por la potencia de sus temas al ritmo de saltos entre plataformas en una Barcelona distópica. Pocas veces se ve nacer un proyecto con tanto carácter, y menos aún sobrevivir al implacable paso del tiempo y las dificultades de la industria.

Hoy, por fin, puedo catarlo en su versión completa y verlo editado en formato físico de la mano de Selecta Play es un regalo para quienes amamos el coleccionismo y los títulos que tienen ese ‘algo’ inexplicable. La perseverancia de Gatera Studio merece todo el aplauso. Su pequeño equipo ha demostrado que, cuando se tiene algo que contar y se cree en ello, la espera siempre termina mereciendo la pena. Como jugadora que ha seguido cada paso de este camino, no puedo sentirme más orgullosa de lo que han logrado. Y, sobre todo, espero que Antro no sea más que la primera de muchas aventuras que aún están por llegar.

Historia

Antro se distancia de ser otra distopía convencional. Aunque su premisa inicial pueda evocar inevitables reminiscencias a 1984 de Orwell o a la simbología insurgente de V for Vendetta, pronto deja claro que su revolución es única.

En un decadente escenario gobernado por un régimen opresor llamado La Cúpula, la clase obrera subsiste bajo la mirada omnipresente de pantallas que escupen propaganda a cualquier hora y drones que vigilan cualquier movimiento. Allí nos encontramos con Nittch, un joven trabajador que pronto se convertirá en un símbolo de la resistencia al unirse a Los Discordantes.

Lo más bonito de este relato es la forma en la que se insinúa más de lo que se explica. Fragmentos de memoria, murales, referencias culturales que salpican las paredes húmedas de la ciudad y pequeños objetos coleccionables construyen un trasfondo que se saborea mejor cuanto más se explora.

Pero donde realmente brilla la obra del estudio catalán es en su conexión con una Barcelona reinventada. Elementos tan cotidianos como los calçots;  uno de los platos gastronómicos estrella, el puente ondulante de la Rambla del Mar o los míticos adoquines en forma de flor conocidos como ‘panots’ emergen como símbolos de identidad. Incluso se cuelan entrañables  guiños a personajes de la cultura popular catalana, como El Capità Enciam o Els Bobobobs, que harán sonreír a toda una generación.

Antro combina homenaje y denuncia en una misma pulsación; es un grito de barrio, cercano y reconocible, pero capaz de expandirse hasta convertirse en un mensaje universal.

Jugabilidad

Antro es un híbrido entre aventura rítmica y plataformas lateral. La estructura se divide inteligentemente en dos escenarios jugables bien diferenciados, cuya alternancia dota de dinamismo a su corta pero intensa duración.

Por un lado, las secciones de exploración funcionan casi como un simulador de caminata de desplazamiento lateral, salpicadas con ligeros toques de sigilo y pequeños puzles rítmicos que desbloquean puertas o rutas alternativas. Aquí no hay prisa. Es momento de observar minuciosamente cada detalle del entorno, descubrir mensajes escondidos de Los Discordantes, encontrar coleccionables que enriquecen la narrativa y, sobre todo, sumergirse en la atmósfera decadente de este submundo.

La otra cara de la moneda, sin embargo, es un auténtico chute de adrenalina. Cuando la música empieza a sonar, Nittch echa a correr sin mirar atrás. El jugador solo debe dejarse llevar y sincronizar saltos, deslizamientos y golpes de cada tema. Estos segmentos, herederos de propuestas como Sayonara Wild Hearts, consiguen esa mágica sensación de danza interactiva en la que cada nota encuentra su eco en un salto o un puñetazo como en una coreografía.

Las plataformas se sincronizan con la base rítmica, los enemigos se convierten en obstáculos a derribar con precisión y cada impacto musical amplifica la tensión narrativa. La sensación de fluidez es exquisita, y aunque exige reflejos finos y un oído audaz, la curva de dificultad está muy bien calibrada, benevolente en los primeros compases pero exigente en los tramos finales.

En cuanto a la duración Antro puede pasarse en unas 3 horas. No obstante, si eres completista puede que  te dure bastante más, siempre hay alicientes para volver como coleccionables ocultos, rutas alternativas y ese deseo de sincronizar cada acción con la canción perfecta.

Gráficos y Sonido

El apartado visual de Antro es, sencillamente, una declaración de intenciones. Gatera Studio ha optado por un estilo gráfico minimalista, casi esquemático en sus personajes sin rostro, decisión que permite que cualquiera pueda proyectarse en ellos, pero rico en detalles ambientales. Cada callejón, cada mural y cada cartel propagandístico están cargados de referencias que evocan la Barcelona más urbana y contestataria.

El juego combina la crudeza de los neones con una paleta de tonos sombríos y destellos de luz que guían nuestros pasos entre la penumbra. Es imposible no detenerse a contemplar cada rincón: la arquitectura urbana, los grafitis que gritan rebeldía, los pósteres y, de fondo, los lamentos apagados de personas encarceladas, agonizantes o reducidas a mera sombra, como un eco constante de opresión y esclavitud. La atención al detalle es sencillamente sobrecogedora.

El broche de oro lo pone, sin lugar a dudas, su poderosa banda sonora. Desde los primeros compases, cada tema te agarra del cuello y te arrastra sin miramientos hasta el corazón de la revuelta. La cuidada selección de temas urbanos y la interpretación en castellano no solo aportan autenticidad, sino que tiñen la experiencia de una cercanía y una identidad que resultan imposibles de fingir. Las letras, impregnadas de denuncia social, se convierten en el combustible indispensable que alimenta y potencia la narrativa, imprimiendo carácter y compromiso a cada paso que damos junto a Nittch.

Por otro lado, resulta especialmente gratificante ver cómo el juego llega acompañado de textos y doblaje en varios idiomas, algo que amplifica esa conexión tan genuina con sus raíces. En mi caso, he tenido la fortuna de disfrutarlo en catalán, como siempre que un título ofrece esta opción, lo que refuerza aún más esa sensación de proximidad y coherencia con los orígenes del proyecto. Nada de esto sería posible sin la labor encomiable de iniciativas como Projecte Ç Trencada, cuyo trabajo incansable por normalizar y visibilizar la lengua en el ámbito interactivo merece todo el reconocimiento. Su aportación, discreta pero decisiva, es parte de lo que hace que Antro no solo suene, sino que también se sienta profundamente nuestro.

Conclusión

Antro es un título que no se mide por su duración ni por la complejidad de sus mecánicas, sino por la huella emocional que deja a su paso. Es una pequeña joya que se saborea como un vinilo. Gatera Studio ha sabido dar forma a un manifiesto interactivo en el que música, denuncia social y orgullo de barrio se entrelazan con una fuerza poco común, logrando una identidad que inevitablemente recuerda a Sayonara Wild Hearts, pero que se siente única en su especie gracias a su profundo arraigo local.

Como bien nos recuerda la trama del juego, tomando como referencia la sempiterna canción de Patti Smith, People Have the Power, “las personas tienen el poder” de cambiar y transformar las cosas, ya sea a través de la literatura, la música o, como en este caso, los videojuegos como forma de arte.

Antro
85/10

Conclusiones Finales

Antro es mucho más que un juego de plataformas rítmico: es un manifiesto interactivo que convierte la música urbana en una forma de expresión y denuncia. Gatera Studio demuestra que la perseverancia y la identidad local pueden dar forma a una experiencia breve pero vibrante, cargada de simbolismo y con una atmósfera tan cercana como universal.

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