Una vuelta de tuerca al género de simulación escolar con estilo propio y gestión profunda.
- Título: Let’s School
- Desarrollador: Pathea Games
- Editor: PM Studios
- Distribuidor: Meridiem
- Plataformas: PC
- Fecha de salida inicial: 19 de junio de 2023
- Jugadores: 1
- Idioma: inglés
- Género: simulación, gestión
- Cómpralo: Edición Física Let’s School
Poner en pie un colegio esde sus cimientos, diseñarlo al detalle, escoger el personal docente, organizar horarios, atender las necesidades de los estudiantes y mantener la institución a flote puede parecer una tarea agotadora. Sin embargo, Let’s School convierte este desafío en una experiencia cautivadora a través de un sistema de gestión sorprendentemente accesible pero profundamente complejo. Pero no todo es cuestión de números y planificación. Let’s School también deslumbra con su estética única, que se inspira en el imaginario escolar japonés, con uniformes, escudos y arquitectura que evocan la esencia de los animes más tradicionales. Su apartado visual, modesto pero encantador, se complementa perfectamente con un diseño sonoro que, sin pretensiones, se convierte en el acompañante ideal para las largas sesiones de juego. Todo parece estar cuidadosamente diseñado para ofrecer una experiencia que es, al mismo tiempo, estratégica y profundamente reconfortante. ¿Te atreves a liderar, educar, gestionar y salvar tu propio colegio de la quiebra?
A pesar de estar frente a un gestor en un colegio, Let’s School nos propone una pequeña trama contextual a través de su modo carrera en el que el jugador asume el papel de un director que regresa a su antiguo colegio con la intención de devolverle el resplandor de antaño. No se trata de una historia al uso, sino de un marco narrativo funcional que justifica el progreso, los desafíos y las decisiones que se tomarán a lo largo de la partida.
Esta iniciativa inusual en este tipo de juegos, consigue involucrar al jugador en la construcción de una identidad propia para la institución educativa. El hecho de poder ponerle nombre al colegio, diseñar su emblema, seleccionar sus colores corporativos o escoger el diseño de los uniformes de los alumnos, otorga una dimensión personal al relato, aunque este no se exprese de forma directa a través de diálogos o cinemáticas.
La obra de Pathea Games ofrece una jugabilidad meticulosamente diseñada para aquellos disfrutan de la gestión y la planificación. A través de dos modos de juego, los jugadores podremos o bien, superar retos y desafíos con un ligero hilo conductor, o bien, construir sin límites nuestra institución.
Escoger entre distintos mapas, ajustar parámetros como la dificultad, el presupuesto o la velocidad del juego, personalizar al director del colegio así como cada aspecto visual y simbólico de la escuela, convierte la preparación previa en parte de la experiencia. Desde el principio se percibe que no es un simulador casual, sino un sistema robusto, capaz de premiar la planificación y castigar la improvisación.
Una vez abiertas las puertas de nuestro colegio, tendremos que admitir alumnos, contratar personal, estructurar horarios, supervisar exámenes, y construir instalaciones que respondan las necesidades del alumnado. El juego establece sistema de progresión basado en la obtención de puntos de contribución, que se consiguen a través del rendimiento escolar de los estudiantes. Estos puntos hacen las veces de moneda de cambio para desbloquear nuevas áreas, contratar personal adicional o mejorar el entorno escolar.
La gestión del personal es una pieza clave dentro del entramado. No basta con llenar aulas sino que hay que asegurarse de que los perfiles a contratar sean los adecuados para llevar a cabo sus funciones. La curva de dificultad es suave pero exigente, y nos obliga a equilibrar gastos e ingresos, sin descuidar el bienestar emocional y académico de los alumnos. Además, el sistema de formación de personal permite mejorar las habilidades de los profesores, lo que añade una capa estratégica adicional.
Un punto que no se puede pasar por alto es el apartado de recreo. Let’s School no cae en el error de reducir la educación a exámenes y calificaciones sino que además ofrece la posibilidad de construir espacios recreativos como áreas donde practicar deporte o zonas artísticas, que no solo contribuyen al bienestar general, sino que también potencian la motivación de alumnos y profesores.
Finalmente, el sistema de investigación introduce un componente a medio-largo plazo que enriquece la experiencia. Construir una sala específica, asignar un profesor y dedicar tiempo y recursos para desbloquear nuevas funciones convierte el progreso en una conquista palpable, donde cada mejora tiene un precio y una consecuencia.
Por último, mencionar que el juego alberga algunos errores a la hora de construir, como salas que desaparecen u objetos que no pueden eliminarse. Aunque es algo puntual, durante los primeros compases, coincidiendo con el aprendizaje inicial, puede llegar a ser frustrante.
Desde el punto de vista estético, Let’s School apuesta por un estilo sencillo, funcional y efectivo. El diseño de personajes, claramente influenciado por una estética low poly y una paleta de colores suaves que le otorgan un estilo encantador. No hay grandes alardes visuales ni detalles faciales, y aunque esto podría parecer una carencia, en realidad funciona muy bien dentro del contexto general pues la complejidad reside en el corazón y el tejido interno del colegio que estamos construyendo.
Los escenarios, por el contrario, muestran un mimo mayor. Aunque el diseño se mantiene dentro de los márgenes de lo minimalista, los entornos ofrecen un grado de personalización lo suficientemente amplio como para que cada escuela se sienta única. La disposición de las salas, los objetos decorativos o los espacios al aire libre, contribuye a generar una sensación de progreso real, reconocible a simple vista.
En cuanto al apartado sonoro, el título opta por una banda sonora relajada, con melodías suaves y alegres que acompañan sin distraernos. La música se mantiene en segundo plano, cumpliendo su cometido a la hora de crear una atmósfera agradable y tranquila, ideal para sesiones largas de juego. No obstante, su naturaleza repetitiva puede volverse monótona tras varias horas. En cuanto a los efectos de sonido, aunque pasan desapercibidos, cumplen perfectamente su cometido.
Por otro lado, el juego llega completamente en inglés por lo que si no estás familiarizado con este tipo de juegos, te va ser difícil arrancar.
Let’s School no viene a revolucionar el género de la simulación, pero sí aporta un soplo de aire fresco en una categoría donde la profundidad a veces queda sepultada bajo la complejidad innecesaria. Es un título que sabe equilibrar con inteligencia la accesibilidad y la exigencia, permitiendo que tanto jugadores novatos como veteranos encuentren algo que disfrutar.
Su planteamiento es claro, construir, gestionar y hacer crecer una institución educativa desde los cimientos, atendiendo no solo a su estructura física, sino también a sus necesidades humanas. Y en ese sentido, cumple con nota. Por otro lado, a pesar de algunos fallos durante la construcción o la falta de localización al español, es un juego que consigue atraparte y con el que disfrutarás durante horas.
Además, los amantes del formato físico están de enhorabuena ya que Let’s School está disponible en formato físico tanto para Nintendo Switch como para PlayStation 5 de la mano de Meridiem, e incluye los dos contenidos expansivos Magical Castles y Water Towns.
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Conclusiones Finales
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