Análisis | Rabbit Trail

Os traigo el análisis de Rabbit Trail, el nuevo juego de puzles de Betaking Studios.

Desde Betaking Studios, responsables de Duelite, nos llega una fresca propuesta de puzles con reminiscencias retro que nos sumerge en un universo de estética pixelart e ingeniosas mecánicas que pondrán a prueba nuestra lógica y capacidad estratégica. Con una ambientación llena de nostalgia inspirada en los clásicos de los 16 bits, el título combina sesudos desafíos a través de varios niveles basados en la naturaleza y una historia cautivadora que nos mantendrá entretenidos durante un puñado de horas.

El juego arranca de forma abrupta y sin apenas explicaciones de lo ocurrido nos adentrarán en un misterioso bosque. La amnesia inicial nos impide recordar cómo hemos llegado hasta el lugar, pero lo más inquietante es que somos un conejo blanco. Pronto nos percataremos de que en realidad no estamos solos y abandonados a nuestra merced en lo más profundo del bosque, si no que nos acompaña Sabiondo, un enigmático congénere que nos guiará a lo largo de nuestra aventura, ayudándonos cuando no sepamos cómo avanzar y aportando algunos datos sobre la historia del juego mientras vamos avanzando y descubriendo a otros personajes, entre ellos la misteriosa bruja Zurza, cuyas motivaciones permanecen ocultas en las sombras.

Al tratarse de un juego de puzles, la historia es secundaria, aún así resulta interesante y aporta una capa de profundidad que mantiene al jugador expectante y motivado para seguir avanzando a través de los puzles con el fin de descubrir el enigma tras nuestro aspecto.

Rabbit Trail destaca por su originalidad en las mecánicas de juego. A simple vista, puede parecer un título de puzles convencional, pero pronto nos muestra su complejidad incorporando conejos extra que tendremos que mover simultáneamente. Al tener movimientos sincronizados, nos obligarán a establecer estrategias calculando nuestros movimientos con una precisión de cirujano valiéndonos de objetos del entorno como vallas para bloquear movimientos o evitar que caigamos en una madriguera, de lo contrario tendremos que volver a empezar. Además cada conejo tendrá un color y nuestro objetivos para completar el nivel será recoger la zanahoria del color correspondiente.

Por otro lado, el juego nos invita a completar los niveles con una cantidad de movimientos limitado de forma que, al completar cada pantalla, podremos conseguir trofeos de bronce, plata y oro fomentando la rejugabilidad.

A lo largo de los más de 60 niveles, nos enfrentamos a diversos obstáculos, como vallas, hoyos, teletransportadores y frutas que nos otorgarán habilidades únicas que no siempre jugarán a nuestro favor, exigiéndonos pensar y mover ficha (conejo en este caso) con cautela. Cada mundo introduce nuevas mecánicas, manteniendo la experiencia fresca y desafiando nuestra lógica con niveles de dificultad progresiva. Además de ir superando niveles, tendremos que encontrar 3 trozos de pergamino por región que nos permitirá descubrir un nivel de bonus que al superarlo nos abrirá un nuevo sendero hacia otra región llena de desafíos.

El juego incluye un sistema de pistas para evitar que nos atasquemos y también nos permitirán reiniciar el nivel con tan solo pulsar una tecla. Dicho esto, podremos movernos a través del juego y los menús del mismo mediante el uso exclusivo del teclado mediante las flechas de dirección o bien las teclas WASD y la tecla Enter.

El apartado artístico de Rabbit Trail es un homenaje a la era de los 16 bits. Los escenarios vibrantes y detallados nos transportan a una estética reminiscentes de la SNES, con un estilo pixel art cuidadosamente diseñado. Cada bioma presenta su propia paleta de colores y elementos visuales, que no hacen más que enriquecer la experiencia y que el jugador no caiga en la monotonía.

En cuanto a la banda sonora, la composición musical sigue un esquema de bucles que evoca las limitaciones sonoras de antaño. Las melodías, en general, logran ambientar con acierto la aventura, acompañando el ritmo del juego sin resultar intrusivas con el paso de las horas.

Rabbit Trail es una propuesta que desafía la mente y cautiva con su encanto visual. Su dificultad está muy bien ajustada y es progresiva por lo que es un juego bastante accesible. Las mecánicas resultan innovadoras y el diseño de los niveles y puzles es sencillamente excelente. Por otro lado, el eje central del juego son los puzles, aún así hay una historia de fondo muy atractiva que te mantiene expectante a lo largo de los niveles. Conocer los enigmas que esconde el lugar así como algunos personajes es toda una motivación para seguir avanzando. Además es bastante rejugable y accesible a todos los públicos.

En definitiva, Rabbit Trail es una joya a tener en cuenta si te gustan los desafíos mentales y un tributo a los clásicos de los videojuegos de puzles. Si buscas una experiencia que ponga a prueba tu ingenio sin renunciar a la nostalgia, no le pierdas la pista.