Una oda jugable a la infancia urbana que transforma lo cotidiano en una aventura.
Título: Bambas!
Desarrollador: DevilishGames
Editor: DevilishGames
Plataformas: Nintendo Switch, PC, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One y Xbox Series
Fecha de salida: 27 de junio de 2025
Jugadores: 1
Idioma: textos en español
Género: simulador
Cómpralo: Bambas!
Pocas veces un estudio logra desarrollar un lenguaje tan personal, coherente y valiente como el que ha construido DevilishGames a lo largo de su trayectoria. El equipo alicantino, con sede en Villena, ha sabido dejar una huella única en cada uno de sus proyectos. Desde hace más de dos décadas, este pequeño gran estudio se ha mantenido fiel a una visión creativa que mezcla lo lúdico con lo emocional, lo abstracto con lo cotidiano, y lo experimental con lo profundamente humano. Sus juegos, siempre cargados de personalidad, consiguen algo que pocas obras alcanzan: perdurar en la memoria.
Con títulos como Kolumno, un juego de puzles visualmente hipnótico que invita a la paciencia y a la introspección, o Onirike, una aventura onírica de estética surrealista donde los sueños y los recuerdos se entrelazaban, DevilishGames ha demostrado que lo suyo no es seguir modas, sino crearlas desde lo íntimo. Pero fue con Minabo: A Walk Through Life donde dieron el gran salto: un juego protagonizado por un nabo antropomorfo que, a través de una simple mecánica de avanzar, detenerse y relacionarse, se convertía en una metáfora viviente sobre las relaciones humanas.
Minabo no es un juego al uso, propone una reflexión casi inconsciente sobre nuestras decisiones sociales, nuestros vínculos familiares, las amistades fugaces o duraderas… incluso nuestras relaciones con nuestras mascotas. Porque en Minabo también podías tener mascotas, acariciarlas, cuidarlas o simplemente dejar que el tiempo y la distancia hicieran lo suyo. Todo con una elegancia minimalista que te obliga a parar después de cada partida y pensar, o más bien, sentir lo que acabas de vivir.
Como seguidora habitual del estudio, al que tengo mucho cariño y que sigo con admiración desde hace tiempo en redes sociales, me fascina su capacidad a la hora de proponer experiencias únicas. Me encanta cómo, de vez en cuando, comparten en sus perfiles juegos analógicos que ellos mismos se inventan, con reglas sencillas y materiales caseros, que incluso he podido emular con mi hija en casa. Esa visión del videojuego como un juego en el sentido más puro, sin ataduras tecnológicas, me parece maravillosa. Es un recordatorio de que lo lúdico no está solo en la pantalla, sino en la actitud con la que miramos el mundo.
Siguiendo esa misma filosofía juguetona, libre y profundamente creativa, DevilishGames nos trae ahora Bambas!, un título que se atreve a desafiar nuestras expectativas como sólo ellos saben hacerlo. Equiparable en espíritu a la genialidad absurda y brillante de Katamari Damacy, este nuevo juego nos propone un viaje a ras de suelo, con un par de zapatillas como protagonistas, pero con el alma puesta en la nostalgia, la ciudad y los pequeños detalles que hacen de la vida un juego.
Tomando el control de unas zapatillas, los jugadores construiremos una experiencia profundamente personal. No se trata simplemente de calzarse unas deportivas digitales y pasear por la ciudad; se trata de reencontrarse con esa mirada curiosa que teníamos de pequeños, cuando el mundo parecía un gran parque de juegos.
La narrativa, escrita por Inés Alcolea, no se despliega a través de grandes cinemáticas o diálogos interminables. Lo hace a través de pinceladas, con encuentros breves y chispeantes entre zapatillas parlantes ( y algún zapato), con misiones aparentemente triviales que esconden un trasfondo más rico de lo que parece. Entre charlas con calzados con nombre propio y retos tan dispares como apagar cigarrillos o patear latas, emergen pequeñas perlas de crítica social: desde la sátira al terraplanismo hasta guiños a la literatura de Lovecraft.
Pero es también en lo emocional donde Bambas! golpea con fuerza. La nostalgia no está aquí como una simple estética, sino como una herramienta narrativa. Cruzar un paso de cebra sin tocar el asfalto o subir a una barandilla como si fuera un funambulista improvisado son acciones que reactivan recuerdos dormidos, escenas íntimas de la infancia que el juego logra resucitar con sutileza y acierto.
La jugabilidad de Bambas! es, sin lugar a dudas, su seña de identidad más rotunda. En lugar de controlar un personaje humano, como os contaba, el jugador toma el control de un par de zapatillas que se mueven de forma independiente mediante los gatillos y sticks del mando. Al principio, el movimiento es torpe, como si se aprendiera a caminar de nuevo. Pero esa dificultad inicial está diseñada con intención: sólo cuando interiorizas el ritmo de cada paso y dominas la coordinación necesaria, el juego empieza a fluir con una naturalidad sorprendente.
El sistema se convierte así en un elemento inmersivo. Chutar una pelota, pisar una hoja crujiente o realizar un simple salto requiere precisión y compenetración. Es una experiencia física en el mejor sentido, como si sintieras el peso y la fricción del asfalto bajo la suela.
El mundo abierto de Bambas!, una ciudad costera inspirada claramente en entornos mediterráneos, está plagado de interacciones invitando a la exploración y el descubrimiento. Puedes deslizarte por la pista de skate, activar alarmas de coches o completar circuitos dibujados con tiza. Esta libertad, sin necesidad de un tutorial invasivo, convierte cada paso en un descubrimiento. No hay indicadores intrusivos ni marcadores artificiales: el juego se revela a través de la curiosidad.
La progresión se apoya en misiones secundarias, coleccionables y desafíos tan encantadores como alimentar palomas con bocadillos, jugar a la rayuela o aplastar bolas de papel. Todo ello se gestiona desde un reloj inteligente integrado que sirve como HUD minimalista, aunque se echa en falta un sistema que muestre el progreso parcial de las misiones.
En la versión de PC no he experimentado ningún problema técnico salvo quedarme atrapada en alguna pared. Ha sido algo puntual y he podido solucionar fácilmente sin necesidad de quitar el juego.
Artísticamente, Bambas! apuesta por una estética colorida, algo caricaturesca, con escenarios que remiten a la arquitectura urbana del litoral Mediterráneo. Los detalles visuales como los grafitis que decoran muros o los adoquines del mobiliario urbano, están claramente diseñados con mimo con la intención de capturar el alma de una ciudad viva, vibrante y cotidiana, donde cada esquina tiene algo que contar.
El apartado sonoro es, sin duda, una de las sorpresas más agradables del juego. La música urbana sirve como hilo conductor de esta aventura: desde hip-hop hasta techno ochentero, pasando por sonidos más underground. Puedes cambiar de emisora en cualquier momento gracias a la radio integrada. Algunas, como Radio Grafitti o Radio Bakala, ya dejan entrever un enfoque muy gamberro y fresco que encaja perfectamente con el tono general del título. Aunque me habría gustado poder disfrutar de más variedad de canciones.
Bambas! es mucho más que un experimento jugable con controles peculiares. Es una carta de amor a la infancia, a las ciudades vividas desde el suelo, a los paseos sin rumbo y los pequeños gestos que daban sentido a nuestras tardes de verano. DevilishGames, tras el éxito de Minabo, demuestra que también sabe jugar con la comedia, el caos y lo urbano sin perder ni un ápice del espíritu que les caracteriza.
Hay algo profundamente humano en Bambas!, una mezcla de torpeza y asombro, de libertad y estructura, de crítica y ternura. El juego no teme reírse de sí mismo ni de la realidad que representa, pero lo hace desde un lugar cálido y sin cinismo. Y eso lo convierte en una rareza muy valiosa.
Su control puede echar atrás a algunos jugadores en los primeros minutos, y es cierto que ciertos elementos técnicos podrían pulirse. Pero cuando aceptas sus normas y entras en su juego, Bambas! se convierte en una experiencia única, irreverente, llena de sorpresas. Es, en cierta medida, lo más parecido a jugar con la ciudad como cuando éramos niños. Y eso no tiene precio.
Bambas!
Conclusiones Finales
Bambas! convierte el simple acto de caminar en una experiencia original, divertida y sorprendentemente emotiva. Con un control inusual, un mundo lleno de detalles y mucho humor costumbrista, el nuevo juego de DevilishGames demuestra, una vez más, que la creatividad y el alma pueden ir de la mano en el medio interactivo.