Análisis | Haneda Girl

Análisis | Haneda Girl

Jugabilidad desafiante, diseño exquisito y emoción en estado puro.

Ficha Técnica

Haneda Girl - Gematsu
Título: Haneda Girl
Desarrollador: Studio Koba
Editor: Studio Koba
Plataformas: PC 
Fecha de salida inicial: 23 de mayo de 2025
Jugadores: 1
Idioma: textos en español
Género: acción, plataformas 2D
Cómpralo: Haneda Girl


Hay videojuegos que no necesitan hacer mucho ruido para quedarse con nosotros. Haneda Girl, la nueva obra del equipo barcelonés Studio Koba, es uno de esos casos. Con una estética que mezcla lo estilizado con lo crudo, y una jugabilidad que demanda tanto inteligencia como una precisión quirúrgica, este juego se presenta como un grito de corte retro en un manifiesto interactivo que desafía y evoca emociones al mismo tiempo.

El estudio, conocido por el inolvidable Narita Boy, regresa con una propuesta que, aunque mantiene ciertos trazos distintivos de su obra anterior, acelera el pulso con un ritmo mucho más trepidante inspirándose en obras como Celeste, Katana Zero o Hotline Miami. Aquí no hay espacio para pausas: la acción no se detiene, la precisión se convierte en mantra, y cada nivel plantea un nuevo rompecabezas que se resuelve a tajo de espada o ráfagas de metralla.

Pero más allá de su destreza técnica, Haneda Girl ha conseguido algo muy especial: emocionarme. Mientras avanzaba por sus niveles y enfrentaba combates vertiginosos en busca de la máxima puntuación, no pude evitar que vinieran a mi mente aquellas tardes frente al Amstrad o aquellas escapadas al salón recreativo, con varias monedas de 25 pesetas en los bolsillos. No hacía falta más para que mi imaginación despegara y me lanzara a mundos llenos de magia y aventuras.

Haneda Girl revive, de algún modo, esa sensación genuina, impulsada por una jugabilidad desafiante que invita a superarse en cada partida, unos personajes que rebosan carisma y una protagonista valiente y decidida.

Este no es otro guiño al pasado. Es una obra moderna con alma de la vieja escuela, construida con mimo y dedicación. Y quizá por eso, no solo ha conseguido atraparme como jugadora, sino también reconectarme con aquella niña que, con entusiasmo, se lanzaba sin miedo a los pixelados mundos de los videojuegos.

Historia

La narrativa en Haneda Girl funciona como un telón de fondo eficaz pero discreto, una excusa argumental bien planteada que justifica la sucesión de escenarios y enemigos sin pretender nunca ocupar el primer plano. La historia nos sitúa en una dimensión virtual conocida como el Imperio de Datos, amenazada por un tecno ejército conocido como hackernautas. El peligro es tan monumental que solo una intervención externa puede evitar el colapso total del sistema.

El título nos presenta a Chichi Wakaba, una joven estudiante que, sin saberlo, ha sido entrenada toda su vida para este momento. Su talento como jugadora de la recreativa Haneda Girl es legendario, tanto es así que el creador del juego le propone entrar en su mundo para protegerlo. De esta forma, la versión digital de nuestra protagonista, se convierte en la última esperanza frente al caos binario acompañada de un mecha táctico llamado M.O.T.H.E.R. y de su inseparable sable de luz, Ken-Chan.

No hay grandes giros argumentales ni subtramas rebuscadas, pero sí una construcción de un mundo coherente y lo suficientemente rico como para sostener la propuesta y mantenernos a la expectativa de los acontecimientos. La historia se va desgranando de forma opcional a través de coleccionables y pistas visuales, permitiéndonos escoger cuánto queremos profundizar en este universo de datos corrompidos y batallas coreografiadas.

Jugabilidad

Haneda Girl se presenta como un juego de acción y plataformas en 2D que brilla en su apartado jugable, que podría describirse como un acto de equilibrio constante entre la agilidad de Chichi y la brutalidad mecánica de M.O.T.H.E.R. Ambos personajes funcionan como dos caras de una misma moneda, el ying y el yang,  cada uno con sus fortalezas y debilidades marcadas, y el juego nos obliga a alternarlos constantemente para superar los obstáculos que plantea cada nivel.

Chichi es rápida y letal. Puede escalar paredes, deslizarse por superficies verticales para evitar caídas ruidosas y eliminar a la mayoría de los enemigos con un único ataque certero. Sin embargo, su vulnerabilidad es extrema y cualquier impacto en ella supondrá reiniciar el nivel. Su opuesto, M.O.T.H.E.R. ,es un tanque en forma de robot que avanza con paso firme y dispara proyectiles a discreción. Su movilidad es reducida y tosca, pero lo compensa con una alta resistencia y ataques devastadores. Esa dualidad entre los protagonistas será el eje de la partida, pudiendo intercambiarlos con tan solo un botón de forma rápida, totalmente intuitiva y, cuando te haces a los controles, pura magia. Esquivar un rayo láser con Chichi, cambiar al robot en el aire para destruir a balazos una pared y posteriormente lanzar a la protagonista sobre un enemigo para ejecutarlo, genera un flujo de juego endiabladamente adictivo donde cada decisión cuenta y los errores se pagan caros.

El diseño de niveles juega un papel fundamental en esta dinámica y está claramente pensado para que el jugador experimente y mejore constantemente. Aunque superar una pantalla no es excesivamente difícil, obtener una buena puntuación sí lo es. Cada nivel evalúa al jugador en aspectos como velocidad, precisión y estilo, lo que añade una capa de profundidad para quienes busquen dominar el juego en su totalidad. En este sentido, me habría gustado que el juego incluyera una tabla de clasificación para poder competir contra los amigos. Habría sido todo un aliciente.

Gráficos y sonido

Desde el primer minuto, Haneda Girl deja claro que la estética no es un complemento, sino parte esencial de su identidad. El estilo gráfico mezcla sin rubor lo kawaii con lo mecánico, lo retro con lo futurista. Una paleta de colores sencilla con alguna nota de color a modo de acento y escenarios que rozan lo minimalista. No necesita nada más, el resultado es un universo coherente y llamativo, donde cada nivel está diseñado para ser jugado a altas velocidades sin distracciones y  frustraciones innecesarias.

Los enemigos, por su parte, son variados y fácilmente reconocibles a ojo, algo crucial en un juego donde el tiempo de reacción es vital. Los personajes destilan carisma, especialmente el dúo protagonista, cuyas animaciones están llenas de pequeños detalles que aportan vida y carácter. Además, los diálogos ente Chichi y el profesor Nakamura son una auténtica delicia. La complicidad entre ambos hace que, con el transcurso de las horas acabes por cogerles cariño.

La música, firmada por el compositor Salvinsky se mueve entre el techno y el synthwave, es brillante, épica y memorable. Me atrevería a decir que hace las veces de director de orquesta acompañando la acción con una intensidad que a veces roza lo hipnótico. Cada nivel tiene su propio ritmo sonoro, y cuando la música y la acción y los combos frenéticos se sincronizan, el juego alcanza momentos de auténtico trance.

Conclusión

Haneda Girl destaca por una ejecución precisa y meditada. Su jugabilidad se apoya en una dualidad bien resuelta que exige atención constante y recompensa la mejora continua. La acción se siente afinada, contundente y siempre estimulante, como si cada movimiento tuviera el peso justo. Cambiar entre Chichi y M.O.T.H.E.R. no es un simple recurso: es el eje sobre el que gira un sistema de juego sólido, desafiante y muy adictivo.

Visualmente, su estilo pixelado juega con la sobriedad y el impacto, usando el color como acento para resaltar detalles clave. Todo encaja, desde el diseño, la música o la energía que transmite. La banda sonora, especialmente, acompaña con fuerza y sentido, empujando la experiencia hacia lo épico sin resultar invasiva.

Studio Koba firma un juego que va más allá de su estética retro o su exquisita jugabilidad, Haneda Girl logra algo muy valioso: evocar esa chispa auténtica que nos recuerda el porqué empezamos a jugar.

  • 85%
    Historia - 85%
  • 100%
    Jugabilidad - 100%
  • 90%
    Gráficos - 90%
  • 100%
    Sonido - 100%
  • 100%
    Diversión - 100%
95%

Conclusiones finales

Pros Contras
  • Mecánicas duales ingeniosas que premian la sincronización y la creatividad.
  • Estética visual inconfundible, mezcla de dulzura japonesa y distopía tecnológica.
  • Banda sonora electrizante que eleva la experiencia jugable a otro nivel.
  • Sistema de puntuación que incentiva la rejugabilidad.
  • Una tabla de clasificación para competir contra los amigos habría sido genial.

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