Análisis | Undying (PS5)

Analizamos Undying, la nueva versión para PlayStation 5 y Xbox Series del emotivo survival protagonizado por una madre y su hijo en un apocalipsis zombie.

Desde su lanzamiento original en PC en 2023, Undying ha cautivado a los jugadores con su premisa única dentro del género de supervivencia y zombies. Ahora, el título de Vanimals llega finalmente a PlayStation 5 y Xbox Series, tras su exitoso paso por la portátil de Nintendo el pasado año, permitiendo que una nueva audiencia se sumerja en esta conmovedora historia de lucha, sacrificio y esperanza.

El título destaca por ofrecer una perspectiva emocionalmente impactante a través de una madre, Anling, que, consciente de su destino inminente tras ser mordida por un infectado, debe centrarse en preparar a su hijo Cody para un futuro en el que ella ya no estará. Con tan solo 56 días antes de que la infección la consuma por completo, Anling debe enseñarle a su hijo todo lo necesario para sobrevivir en un mundo hostil, donde cada día es una batalla constante por la supervivencia. Este ciclo de aprendizaje y supervivencia establece los cimientos de una jugabilidad que fusiona exploración, gestión de recursos y mecánicas de simulación de vida.

La narrativa de Undying no solo se apoya en los elementos típicos de un mundo devastado por los zombis, sino que pone en el centro una relación materno-filial que evoluciona a medida que avanza la historia. Las decisiones que tomes afectan directamente el destino de Cody, lo que convierte a cada partida en una experiencia única y profundamente personal. Con la llegada del juego a PlayStation 5 y Xbox Series, se incluyen mejoras visuales y de rendimiento, lo que mejora aún más la inmersión en su emotiva trama. Sin duda, Undying es una propuesta que, a pesar de sus limitaciones, logra conmover y desafiar a los jugadores, ofreciendo una experiencia única dentro del género.

En un mundo donde la civilización se ha desmoronado bajo el peso de una epidemia zombi, Anling y su hijo Cody buscan desesperadamente un refugio seguro. Sin embargo, la tragedia golpea temprano cuando Anling es mordida. Consciente de que su humanidad tiene los días contados, su prioridad deja de ser su propia supervivencia y se convierte en una carrera contra el tiempo para enseñarle a Cody todo lo necesario para que pueda valerse por sí mismo una vez que ella sucumba a la infección.

A lo largo de los 56 días que conforman el ciclo de juego, la relación entre madre e hijo evoluciona de manera orgánica. Las conversaciones que mantienen, las elecciones que tomamos y la forma en que Cody asimila las enseñanzas de su madre determinan no solo su crecimiento como personaje, sino también las distintas ramificaciones que pueden llevar a finales distintos. Si bien la premisa inicial es impactante y emotiva, algunos giros argumentales pueden sentirse predecibles dentro del género.

La piedra angular del título gira en torno a la supervivencia y la enseñanza, pero también será esencial gestionar los recursos, recolectar comida, agua y materiales para asegurar que Cody tenga lo necesario para sobrevivir. No obstante, tal y como os contaba una líneas más arriba, el verdadero desafío está en enseñarle habilidades prácticas antes de que Anling pierda completamente el control sobre su cuerpo. Cada acción que realizamos frente a él puede ser observada y aprendida con tan solo pulsar un botón, pero debemos guiarlo activamente para que la asimile y pueda repetirla por su cuenta.

Undying, también incorpora elementos de exploración y combate. Cada zona que visitamos tiene recursos únicos, pero también peligros que pueden poner en riesgo a nuestros protagonistas. Las peleas son sencillas, pero efectivas, permitiendo a Anling usar armas cuerpo a cuerpo y a Cody emplear su tirachinas. A medida que avanza la infección, la protagonista adquiere habilidades zombi que pueden resultar útiles en combate o exploración pero que dificultarán la interacción y relación con su hijo.

El tiempo es un factor determinante, cada día que pasa nos acerca al desenlace inevitable, y cada decisión que tomamos impactará en el futuro de Cody. El equilibrio entre enseñarle, protegerlo y asegurar su supervivencia es el verdadero corazón del juego.

Visualmente, Undying apuesta por un estilo cel shading que le otorga una identidad propia. Su dirección artística minimalista, con personajes sin rasgos faciales definidos, refuerza el tono melancólico y sombrío de la historia. Sin embargo, algunos escenarios pueden sentirse un tanto vacíos o repetitivos, dando la sensación de producto inacabado.

El apartado sonoro es uno de sus puntos fuertes. La banda sonora, con composiciones suaves y melancólicas, se fusiona perfectamente con la historia y la jugabilidad. Los efectos de sonido están bien logrados, desde el crujir de la madera en una casa abandonada hasta los gritos lejanos de los no-muertos, reforzando la sensación de peligro y desolación.

Por otro lado, aunque agradezco que el juego incluya textos en castellano, debo señalar que la traducción no ha sido realizada por un profesional. El propio juego advierte al jugador sobre esto, pero el resultado no es precisamente positivo. Se pueden encontrar errores graves, como cambios en los nombres y géneros de los protagonistas, además de objetos con denominaciones incorrectas, lo que dificulta en ocasiones su interpretación.

Undying es una experiencia que va más allá del clásico juego de zombis. Su enfoque basado en la relación madre e hijo y la gestión del tiempo lo convierten en una propuesta única dentro del género. A pesar de algunas limitaciones técnicas heredadas y la mala traducción, logra transmitir una carga emocional que pocos títulos consiguen. Si buscas un juego desafiante en cuanto a supervivencia con ese algo que lo hace diferente, Undying es lo que está buscando.